Después de cuatro años de estudio, el equipo de expertos de la Universidad de Huelva ha concluido que previsiblemente habrá una reducción significativa del valor de la actividad pesquera. «Panorama que podría cambiar si se producen cambios significativos en los usos que hacemos de nuestros mares«, asegura Juan José García del Hoyo, uno de los investigadores principales.
Concretamente, la UHU alarma de que los cambios de las condiciones ambientales del medio marino producirán una reducción significativa del reclutamiento de boquerón en los próximos 50 años. Es más, el grupo de la Onubense ha detectado que en un breve periodo de tiempo, con unas condiciones sucesivas de inviernos y veranos de temperaturas extremas, la población de boquerón del mar de Alborán caerá significativamente. «Esta tendencia continuará en el futuro, produciéndose una reducción de las capturas que en el mejor de los escenarios ronda un 22% con una población un 10% más pequeña», cuantifica el experto.
«Actualmente se capturan 300 toneladas mientras que en la década de los 80 la cifra era de 100 veces más, unas 30.000 toneladas», añade.
Éste ha sido una de las conclusiones extraídas del grupo de trabajo de la UHU en el seno del VI Programa Marco de la Unión Europea. En éste también han participado otros científicos con experiencia en biología marina, física, oceanografía, química o economía de un total de 47 instituciones del continente Euroasiático y el norte de África.
En este reto, la colaboración de la Onubense ha sido evaluar las consecuencias socioeconómicas del sector pesquero ante los cambios que están actualmente aconteciendo en los ecosistemas marinos a resultas de la actividad humana (cambio climático, eutrofización, contaminación). A partir de aquí, los científicos han conectado los procesos oceanográficos y biológicos del mar de Alborán con la evolución de la actividad pesquera, principalmente en relación con las poblaciones de boquerón y besugo de la pinta (voraz). En este sentido, los investigadores han analizado si se han producido cambios en el stock y la rentabilidad de la flota de este pescado azul.
Para ello, el grupo Mempes Aea (Modelización Econométrica y Matemática de las Pesquerías) de la Universidad de Huelva ha diseñado distintos modelos bioeconómicos (estadísticos) que han permitido simular la situación de la pesca en el Mar de Alborán durante las próximas cinco décadas a partir de distintos escenarios socioeconómicos. Éstos han sido suministrados por profesionales europeos del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). Concretamente, los resultados obtenidos responden al escenario denominado A1b donde se describe una sociedad con rápido crecimiento económico, baja tasa de ascenso poblacional y rápida introducción de tecnología nueva y más eficiente.
Las especies del fondo marino, también afectadas
El grupo de investigación de la UHU ha detectado también un efecto del cambio climático en especies marinas benthopelágicas que en edad adulta habitan en el fondo del mar y que aparentemente eran menos susceptibles de cambios ante la estabilidad de las condiciones ambientales del fondo oceánico (como las anchoas, sardinas, jurel y caballa). Así por ejemplo, ha apreciado que el incremento de la temperatura de la superficie del mar en un 1% supondría una disminución de la captura de la especie voraz, típica del Estrecho de Gibraltar, de casi el 26%.
El proyecto Sesame también estudiará el efecto que la variabilidad que el ecosistema produce sobre sectores clave en la sociedad como el turismo, las pesquerías, o la biodiversidad mediante secuestro de carbono en aguas y sedimentos. Este trabajo será realizado por la Universidad Politécnica de Marche (Italia) y Université du Littoral Côte d’Opale (Dunkerque, Francia). Se trata de un proyecto interdisciplinar que permite aunar enfoques de las ciencias sociales y las ambientales para estudiar los cambios producidos en el Mediterráneo y el Mar Negro en el último medio siglo así como para predecir los que se producirán en los próximos 50.